CRITICAS

 

“.....un juego (combinatorio) ambiguo y desestabilizador que se limita a leer la obra en profundidad, a atravesar la placidez de los aspectos cromáticos/formales para llegar a la idea, al concepto, al “proyecto” base .... (el resultado final) se configura como punto de llegada para un procedimiento y estratificación de participaciones que cualifica, por lo menos una vez, el copy-art como “arte de frontera”, zona de interacción entre lenguajes diversos pero relacionables.”

(Xerografías – Carlo Branzaglia 1988 )

 

“... fotocopias “del autor”, donde es posible ver, cuerpo, mirada, jóvenes de barrio, Edipo, Yocasta, Medea, Vida, Muerte, Placer, Dolor. Todos aquellos elementos que han servido a Pasolini, para exprimir su ternura para un mundo arcaico y preindustrial, y su horror por un mundo capitalista, burgués, fascista;

(Fotogramas de Pasolini – Daniel Sau - 1989)

 

“... En resumen una implosión, con un retorno a los elementos básicos de la expresión, mas bien desde un punto de vista estilístico ( forma + color) que técnico (la pintura)..... ese dialogo que Minerba explora desde hace años, dialogo que implica por un lado el signo libre, puro, pictórico, manual y del otro la imagen citada, reiterada “decorativa” y tecnológica.”

(La decoracción salvaje – Carlo Branzaglia – 1994)

 

El principio de la contaminación (que se contrapone al principio de la identidad) es una presencia constante, como la de conjugar áreas de investigación entre las más heteróclitas y diversificadas que se materializan en citas como por ejemplo los "objetos" para la moda. El terreno de la investigación se abre así al conflicto y a la desestabilización permanente y en eso convergen formas y deseo, pulsiones y reflexiones, estructuras y deconstrucciones, en una amalgama de aporías no resueltas y escurrudizas también en el kitsch. La finalidad es sustraer evidencia a la certeza del estilo fino y rozar la abyección (en el sentido de Bataille) con el resultado de no connotar nada sino el vértigo de una extrema libertad pulsional que se transforma en forma expresiva donde la conmoción individual se comprime entre los pliegues del silencioso pensamiento visivo

(Giorgio Fonio – Incoherencias, Contaminaciones, Fracturacción – 1996)

 

“...pobreza de materiales que nos sumerge en el núcleo del significado, que destacan su esencia, que se apropian de una vitalidad a través de un amplexo reproductivo en el cual los elementos se funden, con impulso enérgico expresivo donde el autor se hace observador de si mismo y de proceso creativo....”

(Francesco Casaccio – Outis – 2000)

 

“...Quien conoce su obra, con frecuencia disfruta de imágenes que recuerdan medios expresivos además de los cinematográficos.La pintura, poesía y “pensamientos” presentes en los fotogramas han dado y dan aun, una integridad visual y cerebral que seria muy limitado restringirla al imaginario puramente cinematográfico. Es esta “fusión” lo que he querido restituir en la obra expuesta ...”

(Antonio Minerba – Verá mi vida, homenaje a Ottavio Mai – 2002)

 

“...una naturaleza sucia, encadenada, cierrada dentro de una jaula, intoxicada. Una naturaleza deseosa de explotar, de abrazar una humanidad aún escondida detras de una coraza revestida de miedo, mentiras. Una humanidad incapaz a coger el “instante fugitivo” ofrecido da una raya de luz, que muy raramente vuelve a iluminar el nuestro camino...”

(Antonio Minerba – Toxic Works – 2003)

 

“...El artista abandona cualquier alusión explicita a la imagen referencial, pero esta se encuentra implícitamente presente bajo el vestido del “paisaje”. Los eventos naturales que están por acahecer (la lluvia, el viento, etc) y los elementos eternos que rodean al mundo (el mar, la tierra, etc.) son la fuente primaria de inspiración del autor. De aquí que el artista ofrece, utilizando fragmentos esfumados sugestivos a la naturaleza, de trazos inestables que fluyen con emoción visible que el artista aprovecha como “instante fugitivo” en el breve despliegue de su apariencia, imagen destinada por su propia consistencia, a desaparecer un instante después en el gran caos de la naturaleza en perenne movimiento”

(Giorgio Fonio – Metonimie Naturali – 2005)

 

Un cuerpo de oso desmembrado, manchado de colores. Un pedazo de camisa muestra su naturaleza anterior. Cosas para intercambiarse: ¡cuanta vida y cuantas experiencias reducidas al polvo! …..Aquí no hay “fragmentos de ocasiones” , si no solo momentos en los cuales el conflicto se convertiría en un drama, si no fuera visto con un gran sarcasmo. Donde el mambo podría sonar como un gospel, mientras un blues se convierta en un madrigal. Como si ya no lo fuera. Aquí hay que cantar y bailar, con la esperanza de que los serios cascarrabias que aprecian los “grujidos” familiares y los ladridos que mueven la cola no se vean decepcionados con esto pequeño/gran viaje entre corazón, cuerpo y mente. Y, no menos importante, aunque difícilmente cuantificable, alma.

(Mauro Santoriello – Detalles – 2006)

 

En perenne equilibrio entre tierra y cielo, el nuevo trabajo de Antonio Minerba llega directo a herir el corazón para sanar el alma. Entre rociadas de color y olas de cartón, se amansan esos sueños que, convirtiéndose en materia, nos hacen navegar entre nosotors y con nosotros. Delante de ellos, solo quien quiere puede ignorar el corazón. En esta incomparable lucha entre "Fortuna e Infortunio", las doce obras de Minerba son un elogio-elegía a Jarman, tan prepotente como sorprendentemente natural. En cada fragmento hay una perfecta unión entre sueño y movimiento, que se convierte en vida, un talisman para los ojos que hace necesario proseguir. Una vez más Minerba hace de manera que el día, al final, no sea nunca noche y que en consecuencia nuestro atormentarnos es un inútil calvario. El amor está "en todo y en nadie´. Es por lo que "Conversando con Jarman" es, en último extremo, una imponente y majestuosa explosión de luz, como un sol imprevisto en la tempestad que no está en el lugar justo pero que nos hace sentir mejor".

(Willy Vaira – Conversando con Jarman – 2008)

 

Los fotogramas de Più vivo di così non sarò mai son fragmentos que Minerba nos devuelve deteniéndolos sin aprisionarlos y sin quitarles la inmediatez del momento. Sus trabajos se caracterizan asimismo por la materialidad de su superficie pictórica. Es precisamente el espesor del cartón, del papel más que del tejido, del empaste en contraste con la transparencia de la imagen cinematográfica lo que consigue devolvernos esas figuras resaltándolas sin estrangularlas. También el color, que en estas obras es más rico, más variado con respecto al pasado reciente, confiere levedad y frescura a las frases y a los rostros, a los cuerpos que regresan del relato de Ottavio-Mario para mostrarse de nuevo ante nuestros ojos.

(Raul Ivaldi – "Mas vivo que nunca" 2013)

 

Hay una hondura técnica que el artista domina con destreza para desplegar un paisaje de color preciso, concreto y definido. Minerba centra la idea y concentra su concepto personal con espléndidos resultados que impactan sin violencia pero con la rotundidad propia de su estilo personal e intransferible.

(Pepe Doménech Part – "Alma salvadas" 2013)

 

Cuesta creerlo cuando andamos de aquí para allá echando en falta lo que siempre tuvimos: aquella claridad. Quizá sea por eso por lo que necesitamos el arte: para volver al tiempo y al lugar de la inocencia, para hundir las manos en su barro limpio y sentir el mundo como lo sentíamos entonces. Eso es lo que quiere también Antonio con su obra, hecha de colores tan esenciales como el agua o la sangre, de trazos y trozos, de retazos, de versos, de imágenes desleídas, de pinceladas con textura, de tierra, de cartón, de hilos...

(Joan C. Simó – "Reciclando memorias" 2015)

 

Esta exposición se trata de lienzos donde el narrador-pintor nos acerca a situaciones difíciles, al conflicto más actual y nos deja K.O. Por la sensibilidad y la explosión de emociones que transitan en ellos…… Explosión de colores rojos, azules y amarillos que nos hablan de esa sutileza para cuidar la narración. Tonos vibrantes y fuertes para expresar el conflicto en su obra. Las formas rotas del papel, abruptas y sangrantes, que nos impiden acariciar el cuadro, así como la realidad que se expresa en ellos, no nos impiden vislumbrar la complejidad del comportamiento humano.

(Maria Cruz Rodriguez Lopez – "Cuentos de papel" 2017)